Las aves deben tener agua de buena calidad disponible todo el tiempo.
El consumo de agua y alimento están relacionados directamente: cuando las aves beben menos, consumen menos alimento, y la producción disminuye rápidamente.
Como regla general, las aves sanas consumen 1,5-2 veces más agua que alimento. Esta proporción aumenta en un medio ambiente con temperaturas altas.
Haga pruebas de la calidad del agua por lo menos una vez al año. La fuente de agua determinará la regularidad de las pruebas del agua. El agua superficial requiere pruebas más frecuentes, ya que se ve más afectada por los patrones de las estaciones y de lluvia. Los pozos cerrados que toman agua de los acuíferos o de cuencas artesanales profundas serán más consistentes en la calidad del agua, pero generalmente tienen mayor contenido de minerales disueltos.
La presencia de bacteria coliforme indica si la fuente de agua está contaminada con desechos animales o humanos.
Cuando tome una muestra de agua, deje correr el agua por 2 minutos antes de tomar la muestra. Las muestras de agua deben presentarse al laboratorio en menos de 24 horas y mantenidas a temperaturas menores de 10ºC.
Algunas fuentes de agua contienen altos niveles de minerales disueltos, tales como calcio, sodio y magnesio. Cuando esto ocurre, las cantidades de estos minerales en el agua deben considerarse al formular el alimento.
El pH ideal del agua es 5-7 para promover el buen saneamiento del agua, aumentar el consumo de alimento y mejorar la salud gastrointestinal superior.
El agua de menor calidad puede tener un impacto significante en la salud intestinal, lo cual lleva a una baja utilización de los nutrientes de alimento.
Una disminución del consumo de agua del lote es, a menudo, el primer signo de problemas de enfermedad y la producción baja.
Fuente: Guía de manejo ponedoras comerciales Hy-Line Brown.