por kevincosty | Abr 23, 2015 | Información
El sector ganadero pierde competitividad por el coste de tener que importar proteína vegetal.
Se da la paradoja que depende de una soja transgénica que está prohibida cultivar en Europa.
España es una potencia ganadera de la Unión Europea pero sus productores se encuentran con un escollo a la hora de ser más competitivos porque sus costes dependen en exceso de los precios de las proteínas vegetales importados de terceros países -en especial la soja- ya que la UE es deficitaria en su producción. Según los datos de la Oficina de Estadística de la UE (Eurostat), España tiene una producción anual de 25 millones de cabezas de porcino, 16 millones de ovino y caprino, seis millones de bovino, 43 millones de gallinas ponedoras y 1,4 millones de toneladas de carne avícola, por lo que genera una gran demanda de materias primas para la alimentación animal. Una circunstancia que hace a los ganaderos especialmente sensibles a la fluctuación de los precios internacionales, afectando a sus costes de producción. Con el añadido de que dependen de una soja transgénica que está prohibida cultivar en Europa.
Entre las materias primas importadas, destaca la mencionada soja (representa de media el 20 % de la composición de un pienso compuesto) porque tiene excepcionales cualidades nutricionales y es calificada por los ganaderos y fabricantes de piensos consultados por Efeagro como la «reina» de las proteínas vegetales.
Han fracasado los intentos de sembrar soja a gran escala en España
Esta mínima producción en la UE se debe a que su territorio no dispone de unas condiciones de suelo y humedad idóneas, según asegura el director de la Confederación Española de Fabricantes de Alimentos Compuestos para Animales (Cesfac), Jorge de Saja, quien añade que ha habido intentos en España de producir soja en grandes cantidades pero no han tenido éxito.
Desde la Asociación Interprofesional de la Avicultura de Carne de Pollo (Propollo), su secretario general, Ángel Martín, indica que ese déficit europeo en producción de soja «hace que nuestros costes, en comparación a otros países, sean superiores».
España importó en la campaña 2013/2014 un total de 5,19 millones de toneladas de soja -3,52 millones de habas y 1,67 millones de harina-, siendo el segundo comprador de la UE tras Países Bajos, con 8,2 millones de toneladas, como recoge Eurostat.
La soja representa, además, el 61% de las compras totales de materia prima que efectúa la UE para alimentación animal, que es a su vez el principal comprador de harina de soja (31,8 % del total de importaciones del mundo) y el segundo mayor importador de habas (11,2 % del total), unos porcentajes revelados por un estudio del banco BTG Pactual.
Los países situados al otro lado del Atlántico, en concreto Estados Unidos, Argentina, Brasil y Paraguay, comercializan más del 84 % del total de la producción mundial de esta oleaginosa, una concentración de la oferta que también juega en contra de los intereses de los ganaderos españoles y europeos.
Estos países, especialmente Estados Unidos y Brasil, cuentan con buenas condiciones climáticas para el cultivo de soja, lo que se suma a la facilidad para cultivarla modificada genéticamente.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) estima que el 93% de la soja que se cultivó en 2013 en Estados Unidos era transgénica porque resulta más rentable a los agricultores y la práctica totalidad de la proteína vegetal comprada desde la UE está modificada genéticamente.
Se compra fuera soja trasngénica pero se prohíbe cultivarla en Europa
Sin embargo, en la UE, esta tecnología sólo se usa para el cultivo de 143.016 hectáreas (todo de maíz Bt), lo que supone el 0,07 % de la producción mundial de transgénicos y el 92 % de lo sembrado se encuentra en España, repartiéndose el resto entre Portugal, República Checa, Eslovaquia y Rumanía.
Son datos que recoge el informe 2014 del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agro-biotecnológicas (Isaaa), en el que destaca que la UE tiene aprobadas 73 autorizaciones para la comercialización y uso de eventos modificados genéticamente, entre ellos, la soja tolerante a herbicida GTS-40-3-2 o el maíz tolerante también a herbicida NK603.
El informe dice que, «en general», los agricultores europeos no están incentivados para sembrar transgénicos por tener que someterse a procedimientos de información «demasiado exigentes». De hecho, en el plano normativo, el Consejo Europeo aprobó de forma definitiva hace un mes la nueva normativa sobre transgénicos, cuya principal novedad es que permite a los Estados miembro prohibir el cultivo de Organismos Modificados Genéticamente (OMGs), aunque estén aprobados a nivel comunitario.
Los ganaderos españoles consideran que esta modificación normativa añade más incertidumbre al sector y piden a la UE que agilice la aprobación de los eventos modificados genéticamente para poder competir mejor en el mercado internacional.
El sector ganadero reclama más «coherencia» en la legislación comunitaria de transgénicos
Por ejemplo, desde el sector español productor del huevo, la directora de la interprofesional Inprovo, Mar Fernández, ve paradójica la legislación comunitaria porque se puede dar el caso de que un país tenga prohibido los cultivos transgénicos pero sí permita la compra de materias primas transgénicas a terceros.
Por ese mismo motivo, el gerente de la Asociación Española de Productores del Vacuno de Carne (Asoprovac), Javier López, califica esta normativa como una «locura» y de «hipocresía brutal» y pide, por otro lado, celeridad a la UE a la hora de autorizar la importación de eventos modificados genéticamente.
En esa línea, el director de la Asociación de Productores de Ganado Porcino (Anprogapor), Miguel Ángel Higuera, señala que la UE dilata «en exceso» las autorizaciones para el uso de OMGs, una «lentitud» que merma la oferta a la que tienen acceso los ganaderos europeos respecto al resto de productores, lo que se traduce para ellos en precios más caros de materias primas y menor competitividad.
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por kevincosty | Abr 16, 2015 | Información
El Magrama continuará haciendo seguimiento «pormenorizado» al sector lácteo.
La CE puso en marcha «numerosas medidas» con el objetivo de paliar los posibles efectos negativos ante el final de las cuotas.
El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) apuesta por continuar haciendo un seguimiento «pormenorizado» al sector lácteo españoltras el fin del sistema comunitario de cuotas lácteas y la entrada en vigor del nuevo paquete lácteo.
El Gobierno ha contestado así por escrito en el Congreso a la diputada socialista María del Puerto Gallego que había registrado cuatro preguntas sobre medidas del Ejecutivo para mejorar la situación de los ganaderos lácteos. El Ejecutivo recuerda en su respuesta que la CE puso en marcha «numerosas medidas» con el objetivo de paliar los posibles efectos negativos ante el final de las cuotas, que se suman a las implantadas por el Gobierno español para preparar al sector de cara a este nuevo sistema productivo.
Entre las acciones realizadas, recuerda la aprobación del nuevo paquete lácteo, «generalizando el uso del contrato de larga duración»; las ayudas acopladas de la PAC, que ascienden a 93,6 millones, o la ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria.
El Gobierno, según recoge el texto, seguirá manteniendo una «estrecha» relación con los representantes sectoriales para conocer sus «inquietudes» y «seguir defendiendo» los intereses de los ganaderos españoles antes las instituciones europeas.
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por kevincosty | Abr 16, 2015 | Información
Acusan a la industria láctea de tirar los precios de la leche de cabra al bajar las exportaciones.
Los ganaderos han visto cómo se les bajaba hasta dos veces en un sólo mes.
La caída de las exportaciones de leche de cabra, sobre todo hacia Francia e Italia, se han ralentizado, lo que ha sido aprovechado por las industrias españolas que comercializan esta leche de cabra para hacer una corrección a la baja de los precios, con dos bajadas consecutivas el último mes, pasando de 0,0841 a 0,0721. Sin embargo, según señala la Lonja Agropecuara de León tras su última sesión, los ganaderos afirman que la demanda nacional sigue fuerte, que la producción no se ha aumentado, que la venta de quesos y de leche fresca de cabra sigue aumentando y que, por tanto, esta bajada «sólo se puede explicar porque ahora no les presionan las exportaciones».
Se da la circunstancia de que esta misma semana, con los datos que se desprenden del último informe publicado por el FEGA de las declaraciones obligatorias de los sectores ovino y caprino, el precio en origen de la leche de oveja se situó en 1,033 euros/litro en enero pasado, lo que supone una caída del 4,6% respecto al precio indicado en diciembre de 2013 (1,083 euros/litro), mientras que el de la leche de cabra se queda en 0,817 euros/litros, con un descenso del 6,19% en la misma comparativa.
En la sesión de la Lonja también destaca que en el sector de la carne, estabilidad en general que a veces ya se convierte en apatía, quizás por destacar algo, leve incremento de los precios de los terneros por la estacionalidad, estamos en una época de poca oferta que normalmente se incrementa según avanza la primavera, no es descartable un corrección de precios.
En cereales, salvo el trigo que baja a 176 €/t, el resto de cereales mantiene la cotización: la cebada 171 €/t, el centeno 162 €/t. la avena 180 €/t y el maíz que también repite a 162,50 €/t.
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por kevincosty | Abr 16, 2015 | Información
No habrá cambios en el nuevo contrato lácteo pero se impulsará la figura del mediador.
El Magrama defiende su trabajo con el sector y no ve necesario alterar su Paquete Lácteo.
El PP ha rechazado , en el Congreso de los Diputados, una propuesta del Grupo Socialista para modificar el Real Decreto que regula los contratos en el sector lácteo, con el fin de mejorar la situación para el ganadero y paliar los precios bajos que percibe y que plantea incorporar «como referencia de volumen objeto del contrato la leche producida en los últimos 12 meses anteriores al mismo, garantizando la recogida y prohibiendo un doble precio». Por su parte, la ministra, que defendio que “el Gobierno lleva tres años adoptando medidas para garantizar el futuro del sector lácteo”, ha puntualizado que su Departamento está trabajando para establecer la figura del mediador en el sector lácteo., así como que se están realizando controles para detectar ventas a pérdidas de la leche, “para evitar que la leche se utilice como producto reclamo”.
Para la diputada socialista Margarita Pérez Herraiz en el Real Decreto, aprobado en febrero, el Gobierno «dejó fuera» reivindicaciones del sector que son «necesarias para su supervivencia» y más tras la bajada de precios ante el final de las cuotas que hasta el día 1 regulaban la producción de leche. A su juicio, el Gobierno actualizó «tarde» la normativa que regula las relaciones entre productores e industria, los cambios fueron insuficientes y «no hay garantía de su cumplimiento».
Se reclaman tres contratos, para que la Interprofesional tenga uno de referencia
Según el PSOE, las industrias «presionan» a los ganaderos de forma individual para que acepten sus condiciones en los contratos, ante el riesgo de no recoger la leche.
Entre otras medidas, ha planteado incorporar «como referencia de volumen objeto del contrato la leche producida en los últimos 12 meses anteriores al mismo, garantizando la recogida y prohibiendo un doble precio». También ha solicitado «que la mediación sea obligatoria y efectiva, con facultades de arbitraje y sanción» y «que se recupere la obligación de que los contratos tengan tres copias para que una de ellas quede en la Interprofesional Láctea»
El portavoz de Izquierda Plural, Álvaro Sanz (CHA), y el portavoz de CiU, Marc Solsona, han respaldado la iniciativa socialista, pero el PP la ha rechazado, por lo que no será aprobada. En nombre del PP, el diputado José María Alonso ha señalado que la proposición es «poco concreta» y refleja medidas que «ya existen».
Alonso ha defendido la actuación del Gobierno en favor de esta ganadería. Por ejemplo, ha recordado que ya hay un programa de inspecciones «de la granja a la mesa», al igual que medidas para favorecer una mejora de las relaciones entre los sectores de la cadena de producción alimentaria (ganaderos, industria y supermercados), pues en ese ámbito «España es punta de lanza de Europa».
Tejerina aprobará el plan sancionador por incumplimiento de la AICA
Por su parte, en una intervención en el COngreso, la ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina ha adelantado que la Conferencia Sectorial de Agricultura aprobará este jueves día 16 el Plan Nacional de Controles de la contratación en el sector lácteo. A este respecto, la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) será la encargada de aplicar el régimen sancionador previsto en la ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la cadena alimentaria. A este respecto, la ministra ha asegurado que desde AICA se han investigado todas las denuncias de incumplimientos de la Ley de la cadena en el sector lácteo.
Al mismo tiempo, García Tejerina ha puntualizado que su Departamento está trabajando para establecer la figura del mediador en el sector lácteo. También se están realizando controles para detectar ventas a pérdidas de la leche, “para evitar que la leche se utilice como producto reclamo”.
Asimismo, ha insistido en que “el Gobierno lleva más de tres años adoptando medidas a favor del sector lácteo, para garantizar su futuro tras el fin del régimen de cuotas lácteas.
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por kevincosty | Mar 31, 2015 | Información
La UE pone fin después de treinta años al régimen de las cuotas lácteas.
El objetivo es permitir a los productores responder a la creciente demanda global de productos lácteos y poder competir frente a terceros países.
La Unión Europea pondrá fin el próximo 31 de marzo, después de treinta años, al régimen de las cuotas lácteas, dando paso a un nuevo escenario que abre oportunidades al sector, pero a la vez plantea amenazas.
El objetivo del cambio, según la Comisión Europea, es permitir a los productores responder a la creciente demanda global de productos lácteos y poder competir frente a terceros países, en particular en los mercados asiáticos, donde se estima que más aumentará el consumo en los próximos años. «Por primera vez en treinta años, los productores responderán sólo a las fuerzas del mercado», ha dicho esta semana el comisario europeo de Agricultura, Phil Hogan, que ha explicado que la liberalización del sistema supone tanto «un reto, como una oportunidad para la UE». El comisario ha indicado que ve el cambio con «optimismo» por las posibilidades que ofrece «en términos de crecimiento y empleo», en un momento en que la demanda global de productos lácteos crece de media de un 2 % al año.
Para los productores europeos, representados por el Comité de Organizaciones Agrarias y Cooperativas comunitarias (Copa-Cogeca), en esta nueva etapa la UE debería facilitarles las herramientas necesarias para responder a la volatilidad de los precios. «Aunque el marco regulador europeo ya incluye medidas de mercado que pueden ayudar a proteger a los productores contra la volatilidad, como la intervención pública o el almacenamiento privado, estas ya no son una verdadera red de seguridad (…) en momentos de grandes desequilibrios de mercado», ha dicho en un comunicado el secretario general de Copa-Cogeca, Pekka Pesonen.
El paso al nuevo régimen, que no pilla a los productores por sorpresa dado que fue acordado a nivel europeo en 2003, exigirá la adaptación del sector a las nuevas circunstancias y un cambio de mentalidad. «Aquello que era un bien preciado, porque se exigía para producir, aquello que tanto esfuerzo e inversión nos ha costado, a partir del 31 de marzo no vale ya nada, lo cual resulta paradójico y ruinoso, ya que el dinero invertido en cuota no ha permitido hacer otras cosas», dice un informe del responsable de Ganadería de la organización agraria UPA, Román Santalla, al que ha tenido acceso EFE.
La misma organización reconoce que en España existe «una cadena de valor láctea muy desequilibrada, empeñada en muchas ocasiones en perder valor haciéndoselo pasar mal a los eslabones inferiores» y añade que «esta situación ha de cambiar de cara al futuro». «Los ganaderos y las industrias lácteas se necesitan y en vez de hacernos daños deberíamos aunar los esfuerzos en una apuesta por un sector productor lácteo nacional, por una industria láctea potente, moderna y diversificada y por la creación de valor a lo largo de la cadena».
La misma organización anima además a imitar a los países de Europa central, donde «se han construido fábricas de productos lácteos industriales para atender la creciente demanda de lácteos en los mercados mundiales».
Frente a los temores de los agricultores, el comisario de Agricultura incide en que «las circunstancias son muy diferentes ahora a las de 1984», cuando comenzó el régimen de cuotas, después de un sistema intervencionista de ayuda a los productores que, especialmente a finales de los años 70 y principios de los 80, disparó los excedentes de leche y el gasto público. «Ahora somos competitivos en los mercados de precios a nivel global, el intervencionismo está en un nivel que no incentiva los excedentes de producción y podemos exportar el 11 % de nuestra producción de leche sin ningún tipo de subsidios», según Hogan.
El objetivo inicial de las cuotas, introducidas en 1984, era limitar el gasto público y controlar la producción, estabilizando así los precios y los ingresos de los productores.
También ayudó a mantener la actividad en las regiones menos competitivas, que ahora se sienten especialmente amenazadas con el nuevo régimen, aunque éste prevé medidas específicas de ayuda, por ejemplo para los productores en áreas montañosas o de difícil acceso. Aunque las cuotas lácteas iban a durar en principio cinco años, su supresión fue retrasada, hasta que en 2003 se tomó la decisión definitiva y se facilitó un periodo hasta 2015 para permitir a los ganaderos un «aterrizaje suave» en el nuevo sistema.
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por kevincosty | Mar 30, 2015 | Información
«El huevo, de etiqueta», la gran apuesta por dar a conocer el esfuerzo por la trazabilidad.
La campaña quiere que el consumidor sepa interpretar el etiquetado y el recorrido del producto.
La campaña «El huevo, de etiqueta» sirve para trasladar al consumidor todos los «esfuerzos» hechos en la Unión Europea (UE) para conseguir una «trazabilidad total» del producto, según el presidente de la Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos (Inprovo), Medín de Vega. Explica, en una entrevista con Efeagro, que el objetivo general es dar a conocer el modelo europeo de producción basándose para ello en sus pilares principales: el respeto al medio ambiente, el bienestar y sanidad animal y la seguridad alimentaria. La campaña quiere que el consumidor sepa interpretar el etiquetado y marcado de cada huevo para que pueda conocer el «recorrido» del producto desde su puesta en la granja hasta el punto de venta.
El etiquetado de cada estuche incluye la fecha de consumo preferente, el tamaño (XL,L,M o S), la dirección de la empresa que ha embalado o comercializado el producto, el código del centro de embalaje, la forma de cría de las gallinas (en jaula, en suelo, camperas o ecológicas), una explicación del marcado, la categoría de calidad, el número de huevos envasados y un consejo de conservación.
Cada huevo, además, incorpora impreso en su cáscara un código alfanumérico que informa del país de la UE, de la provincia, el municipio y la granja donde se ha producido.
El primer número por la izquierda de este código alfanumérico puede ser el 0, en cuyo caso indica que el huevo es de producción ecológica; el 1, de gallinas camperas; 2 (criadas en el suelo) y 3, de gallinas criadas en jaula.
Según De Vega, el consumidor «desconocía todo ese esfuerzo» realizado en los últimos años y «no daba valor» a las mejoras acometidas en la producción, que han permitido «un cambio muy importante» en estándares de calidad alimentaria y sanidad y bienestar animal en la UE.
Desde el pasado mes de enero, miembros de Inprovo están celebrando encuentros con consumidores (entre ellos, estudiantes y profesionales de hostelería) en los que participan ganaderos que cuentan de primera mano su actividad diaria y su método de producción.
Una campaña fruto de las conclusiones de una encuesta a los españoles
«El huevo, de etiqueta» cuenta con una inversión de 1,1 millón de euros y está cofinanciada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Inprovo y la Comisión Europea.
La campaña se ha preparado a partir de las conclusiones extraídas de una encuesta -«Huevómetro»- que reflejaba que sólo el 2 % de los españoles se fija e identifica correctamente el código impreso en la cáscara y que la mayoría desconoce los distintos sistemas de producción de huevos o el modelo europeo de producción.
«El huevo, de etiqueta» incluye, además, la elaboración de dos nuevas consultas, una en septiembre de 2015 y otra al final de la campaña (alrededor de julio de 2016), para comprobar si ha evolucionado el conocimiento de los consumidores sobre la producción, etiquetado y comercialización.
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