Tal y como informa la revista «Animal’s Health», los inspectores de Salud Pública de Canarias han convocado una huelga que dará comienzo a partir del 31 de Mayo. Su objetivo es reclamar el reconocimiento de su labor como personal sanitario esencial y denunciar «la inaceptable situación de prepariedad» en la que se encuentran los servicios de inspección sanitaria en el archipiélago.
El colectivo, formado por farmacéuticos y veterinarios, centra sus reivindicaciones en la solicitud de un reglamento de organización y funcionamiento del cuerpo de Inspectores de Salud Pública que regularice la singularidad del cuerpo, y piden una solución a la falta de vehículos para el desplazamiento, el reconocimiento de su labor como personal sanitario esencial y una dotación de medios personales y materiales adecuada a las necesidades reales.
La Asociación de Inspectores de Salud Pública de Canarias defiende que realizan una función vital, mediante la prevención de las enfermedades que se transmiten por el agua y los alimentos y la adopción de medidas como el cese de actividades o la inmovilización de alimentos peligrosos.Además, reivindican su papel durante la pandemia, garantizando “un permanente abastecimiento de alimentos seguros y efectuando campañas de asesoramiento y control del cumplimiento de las medidas de prevención frente al Covid-19”.
Por ello, piden los medios personales y materiales para poder cumplir los mínimos requisitos que impone la normativa europea, que aseguran que ha ido incrementando sus exigencias.
Las principales reivindicaciones son dos: Por un lado, falta de medios, ya que en Canarias hay 1 inspector por cada 25.000 habitantes (cuando la media nacional es de 1 inspector por cada 12.000 habitantes; y además no están dotados con las instalaciones y el material necesario para desempeñar sus labores. Y por otro, falta de regulación, ya que actualmente no cuentan con ningún reglamento específico que establezca y ordene sus funcionesl.
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