La Organización se pronuncia por primera vez en contra de este tipo de antibióticos, ya que pueden provocar el desarrollo de bacterias resistentes que son transmitidas a las personas.
Por primera vez, la OMS se pronuncia de manera clara y categórica, en unas directrices publicadas, contra el uso de todo tipo de antibióticos para favorecer el crecimiento de los animales o para prevenir patologías que no han sido diagnosticadas.
El uso desregulado de esos medicamentos constituye una grave amenaza relacionada con la resistencia de las bacterias a los antibióticos, que la OMS considera uno de los mayores desafíos sanitarios de la actualidad.
“La evidencia científica demuestra que el uso excesivo de antibióticos en animales puede contribuir al surgimiento de resistencia a los antibióticos”, recordó la organización.
Algunas bacterias causantes de infecciones severas en las personas ya han desarrollado resistencia a la mayoría o a todos los tratamientos conocidos, mientras que las alternativas que se investigan son muy escasas.
Estudios realizados a este respecto y que han sido una de las bases de la recomendación de la OMS indican que la restricción en el uso de los antibióticos en animales para el consumo humano reduce el desarrollo de la resistencia hasta en un 39 %.
“Los animales sanos solo deben recibir antibióticos para prevenir enfermedades que han sido diagnosticadas en otros animales de su mismo rebaño o en una población de peces”, afirmó la OMS en la presentación de sus directrices.
La organización, con sede en Ginebra, señaló que en algunos países hasta el 80 % de antibióticos importantes se utilizan en el sector animal, principalmente para estimular el crecimiento de ejemplares sanos.
En caso de que el uso del antibiótico se justifique para tratar animales enfermos, la OMS pide que, en lugares donde sea posible, se evalúe cuál es el antibiótico más efectivo y a la vez más prudente para tratar una infección específica.
Muchos antibióticos utilizados en animales son idénticos o muy parecidos a los administrados al ser humano, como también lo son aquellos aplicados al cultivo de plantas, como las orquídeas. Esto genera el peligro de la aparición de bacterias resistentes y que después pasan a las personas a través de los alimentos, del medio ambiente o de otras vías.
La OMS expone en sus directivas que varios países ya han restringido por iniciativa propia el uso de antibióticos tanto para acelerar el crecimiento o prevenir enfermedades en animales, “lo que demuestra la viabilidad” de si recomendación.
Prohibidos en la UE desde hace más de una década
La Unión Europea (UE), por ejemplo, prohíbe desde 2006 el uso de antibióticos para promover el crecimiento de animales.
Adicionalmente, la OMS recomienda que los involucrados se abstengan de utilizar cualquier antibiótico considerado de “importancia crítica” para la medicina humana para controlar enfermedades halladas en grupos de animales.
En ese sentido, se plantea que en caso de que un veterinario considere justificado el uso de un antibiótico frente a una enfermedad diagnosticada y con alto riesgo de propagación se acuda inicialmente a aquellos que no se utilizan en humanos.
Los antibióticos de importancia para la medicina humana solo deberán utilizarse cuando se compruebe que son la única opción.
Asimismo, se pide recordar que hay alternativas al uso de los antibióticos para prevenir enfermedades, como la mejora de las condiciones de higiene, el mejor uso de las vacunas y cambios en las prácticas ganaderas. La OMS indicó que la primera revisión de estas directivas se efectuará dentro de cinco años.
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