Los ganaderos deben afrontar nuevas inversiones ante la propuesta de la UE de eliminar la cautividad en 2027. La apuesta por una producción ecológica y por el bienestar animal avanza en el sector avícola, aunque repercutirá de nuevo en los avicultores con más inversiones en sus granjas.
Algunos sectores de España tuvieron que afrontar los costes para adaptarse a las medidas de bienestar animal impuestas por la Unión Europa en 2012. A esta inversión pueden sumar en unos años otras más, para cumplir con la nueva propuesta que propone la UE para el 2027: prohibir criar gallinas en jaulas.
Si la propuesta legislativa anunciada por la UE para eliminar progresivamente el uso del sistema de jaulas, como parte de su estrategia ‘De la Granja a la Mesa’, sale adelante, un 80 por ciento de las explotaciones avícolas de la Comunidad tendrán que adaptarse para criar gallinas sin usar jaulas, según los datos facilitados por la Asociación Castellano y Leonesa de Empresas de Avicultura (Asclea), indica Diario de Burgos.
Castilla y León es la segunda productora de huevos de España, solo después de Castilla-La Mancha, por lo que el sector es uno de los más potentes y con una fuerte vocación exportadora. Actualmente en la Comunidad existen entre unas 120 o 130 granjas avícolas, aunque como recalca el director de Asclea, Agustín de Prada, la mayor parte de ellas “son explotaciones en el medio rural y que pertenecen a familias que han invertido todo su patrimonio”, por lo que considera que adaptarse a la nueva legislación va a suponer “un jarro de agua fría” que puede repercurtir en el cierre de algunas granjas que no pueden hacer frente a las inversiones, informa Diario de Burgos.
Incertidumbre entre los avicultores
“Estamos hablando de un sector innovador y que se va a enfrentar a cualquier cambio que le soliciten”, sostuvo De Prada, aunque reconoce que el anuncio de la UE genera “incertidumbre” en el futuro. “Tenemos granjas muy preparadas y con un personal muy capacitado por lo que los retos del manejo no nos dan miedo”, agregó.
De Prada insistió que ya en el año 2013 se realizaron importantes inversiones en el sector avícola, “que todavía no se han podido amortizar”, para acondicionar las naves y demostrar así el “gran compromiso” que se tiene con el bienestar animal. Las nuevas inversiones que supone adaptarse a criar sin jaulas podrían suponer un desembolso de “mucha inversion” por explotación, según los primeros cálculos realizados por Asclea.
“Nos asusta el tema de la gran inversión que hay que hacer”, dice Agustín de Prada, a lo que añade que espera se les proteja contra las importaciones, ya que no se exigen las mismas condiciones para los productos provenientes de países terceros. A esto se suma la incertidumbre sobre la acogida del consumidor, ya que De Prada se pregunta si va a asumir el incremento de costes que esto supone.
“No estamos de acuerdo con el cambio porque el sector ha invertido en bienestar animal y lo que pedimos ahora es que el consumidor elija”, argumentó el director de Asclea, que mostró su disposición a dialogar, “aunque repercutirá en el precio final”.
Desde Inprovo también reclamaron que estos cambios deben acompañarse de medidas a nivel nacional para ayudar a los productores a realizar las inversiones necesarias para la reconversión de las granjas y garantizar que no habrá competencia desleal