Buenas perspectivas para el comercio global de huevos, pese a la crisis.

 

El sector vive un buen momento si se compara con otros ámbitos ganaderos.

El comercio mundial de huevos tiene perspectivas favorables pese a la crisis económica -que contribuye a un mayor consumo de este alimento- y a la alarma que puede suscitar la gripe aviar, ante la cual los productores se preparan con el fin de reaccionar rápido si llega a su país. El sector vive un buen momento si se compara con otros ámbitos ganaderos, por obtener un alimento más barato que otros productos animales y porque está menos presionado por dificultades como el coste de los piensos, según han concluido expertos internacionales en Madrid esta semana durante una reunión de la Comisión Internacional del Huevo (IEC). Sin embargo, los avicultores no pierden de vista las noticias sobre los focos de gripe aviar, detectados en China y México, y por ello IEC insiste en que los productores deben estar preparados para, si llega el caso, afrontar eventuales crisis o alarmas sanitarias.

    «Estamos preocupados por los brotes; en una comunidad global, lo que un día pasa en un país al día siguiente ocurre en el tuyo», ha declarado a Efeagro la presidenta del IEC, Joanne Ivy.

     En Bruselas, la Comisión Europea (CE) ha asegurado que la gripe aviar no crea preocupación, de momento, a la Unión Europea (UE) y que la cepa H7N9 detectada en China no se transmite entre seres humanos y solo se propaga entre las aves.

     En un contexto estrictamente comercial, las previsiones para el sector de huevos son positivas, al menos a corto plazo.

     «Normalmente, cuando hay una crisis económica, la gente compra huevos; es la fuente más barata de proteínas frente a la carne, pero eso no ha pasado en Europa y esperemos que suceda de aquí a seis meses», ha explicado a Efeagro el analista de la IEC Hans Wilhem Windhorst.

Sube el consumno en España

     En España, el consumo de huevos en los hogares ha subido un 0,5 % en el último año móvil (de febrero de 2012 a 2013) y totaliza 381,15 millones de kilos -8,27 kilos por persona-; en valor, ha crecido un 16,7 %, hasta 874,92 millones de euros, según las cifras del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

     Los datos del Ministerio también confirman que el huevo figura entre los productos básicos más adquiridos por los españoles, en un contexto de reducción del consumo de alimentos.

     Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el Índice de Precios al Consumo de los huevos subió un 1,5 % en marzo respecto al mismo mes de 2012.

     En cuanto a producción, Windhorst ha apuntado que Europa «está perdiendo cuota», en contraste con el «rápido crecimiento» de otros países de Asia, especialmente China -el líder- y de América del Sur.

     Durante las jornadas de la IEC ha quedado de manifiesto que la evolución de los precios mundiales estará marcada y dependerá de la demanda entre la población de África y Asia, especialmente de China.

     Además de ser un producto económico, el huevo es un alimento aceptado por muchas creencias religiosas, ha añadido;es un ingrediente importante en el mundo islámico o en la India, y se podría beneficiar del descenso en las ventas de carnes rojas.

     Dentro de la producción mundial, China ocupa el primer puesto, seguido por Estados Unidos, India, Japón y México; entre los países comunitarios, España ocupa el segundo puesto por detrás de Francia.

    En España hay 40 millones de gallinas que ponen 320 huevos por animal, lo que supondría unos 12.800 millones de huevos, con una facturación de 1.070 millones de euros, según la Organización Española Interprofesional del Huevo y sus Productos (Inprovo)

     Castilla-La Mancha tiene el mayor número de gallinas ponedoras, seguida por Castilla y León, Cataluña y la Comunidad Valenciana.

     Windhorst ha señalado que hasta finales de los 90 Europa era la primera zona productora, pero perdió esa posición por problemas como la normativa de la UE que desde 2012 exige jaulas enriquecidas para mejorar el bienestar de las gallinas y que supuso el cierre de granjas, o por una reconversión en los países del Este.

     La directora de Inprovo, María del Mar Fernández, ha destacado a Efeagro el esfuerzo y gasto que supuso la instalación de dichas jaulas -más cómodas y amplias- y la supresión de las convencionales.

     Fernández ha subrayado que, tras ese cambio, los avicultores europeos han renovado su imagen y tecnológicamente son los más avanzados.

Beneficio para la industria ecológica

     Por este motivo, podrán beneficiarse de la tendencia ecológica entre las industrias y restaurantes, que optan por productos más respetuosos con el bienestar animal, si bien, el avicultor «es el eslabón débil» frente a los detallistas al negociar su remuneración, según Fernández.

     En cuanto a las dificultades por el coste del pienso, los datos del IEC indican que en el caso de la avicultura son más leves.

     Por ejemplo, para producir un kilo de carne de pollo o un kilo de huevos hacen falta 1,7 kilos de pienso; 2,8 kilos, para un kilo de carne de cerdo y 7,5 kilos, para el kilo de ternera.

 

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