El huevo va recuperando su consideración de alimento de gran valor nutricional.

Los resultados obtenidos en distintos estudios no encuentran una relación directa entre su consumo y el aumento de cardiopatías, sino que señalan los numerosos beneficios de este alimento en nuestra salud.

El papel de la ingesta de huevos en la salud y en particular en el aumento de riesgo cardiovascular, ha despertado desde hace décadas un interés creciente que persiste en la actualidad. Durante años se ha venido manteniendo, incluso en los sanitarios, la conveniencia de restringir en la dieta el consumo de huevos, en base a que, según se creía entonces, el aporte de colesterol presente en la yema del huevo constituía un factor de riesgo que aumentaba la probabilidad de padecer una enfermedad cardiovascular.  Ya desde los años 90 se ha venido produciendo un claro cambio de tendencia en las recomendaciones de consumo.

 La Fundación Española del Corazón publicó en enero de 2014 su recomendación de que no es necesario restringir el consumo de huevos en la dieta de las personas sanas. La FEC corrobora que es cierto que el huevo contiene colesterol (200 mg la unidad), pero es bajo en grasas saturadas, señalando que el  huevo contiene grasas muy equilibradas: un 3,6% de ácidos grasos insaturados, un 1,6% de poliinsaturados y únicamente un 2,8% de grasa saturada, por lo que ésta prácticamente no afecta a los niveles de colesterol en sangre.  El Dr. Leandro Plaza explica “Todos estos beneficios nutricionales hacen del huevo un alimento necesario, que permite ingerir una buena cantidad de energía sin consumir las dañinas grasas saturadas. Una buena salud cardiovascular se consigue a través de unos buenos hábitos de vida, siguiendo una dieta equilibrada y practicando ejercicio físico de forma regular”

En España, los hallazgos del estudio realizado por A. Soriano Maldonado y colaboradores de la Universidad de Granada, que forma parte del estudio transversal HELENA, y publicado en Nutrición Hospitalaria en 2013 permiten concluir “…los datos sugieren que no existe asociación entre la ingesta de huevo y perfil lipídico, adiposidad, resistencia a la insulina, tensión arterial, capacidad aeróbica o índice integrado de riesgo cardiovascular en adolescentes.” Las conclusiones de estos estudios coinciden en lo fundamental con la inmensa mayoría de los realizados en los últimos años, lo que nos permite, de acuerdo con las recomendaciones de las distintas Sociedades Científicas, aconsejar el consumo de hasta un huevo diario en la dieta de personas sanas, sin que ello implique un aumento del riesgo cardiovascular. Además su consumo presenta evidentes ventajas en otros problemas de salud o su prevención.

La Asociación Americana del Corazón (AHA), organismo científico de Estados Unidos que periódicamente actualiza sus pautas en temas de salud, en el año 2000 afirma “…el colesterol procedente del consumo de huevos no supone un riesgo añadido para padecer enfermedades cardiovasculares, lo que permite recomendar la toma de un huevo al día en lugar de la recomendación previa de hasta tres huevos a la semana…” En el trabajo titulado Consumo de huevos y riesgo de enfermedad coronaria e ictus, un metaanálisis de las conclusiones de numerosos estudios (616) con cerca de 500.000 participantes seguidos entre 8 y 22 años, publicado en la revista British Medical Journal en 2013 concluye “… un consumo de huevos mas elevado –hasta uno al día – no está relacionado con el riesgo de padecer una enfermedad coronaria o derrame cerebral”. En 2009 la National Heart Foundation de Australia indicó que “en una dieta baja en grasas saturadas, consumir seis huevos por semana no aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular”.

 

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