Una desconocida cepa de bacteria encontrada en suelos de Irlanda ha demostrado ser efectiva contra cuatro de las seis principales superbacterias resistentes a los antibióticos.

En un esfuerzo por contener la creciente amenaza de las bacterias multirresistentes, científicos de todo el mundo han empezado a explorar nuevos entornos con la esperanza de descubrir otras variedades de antibióticos. Ahora, según publica la revista científica Frontiers in Microbiology, este trabajo podría haber empezado a dar sus frutos. Una desconocida cepa de bacteria encontrada en suelos de Irlanda ha demostrado ser efectiva contra cuatro de las seis principales superbacterias resistentes a los antibióticos.

Según estimaciones de las autoridades sanitarias, este tipo de resistencias podrían matar hasta 1,3 millones de personas en Europa para 2050 y para la Organización Mundial de la Salud representa «una de las mayores amenazas para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo actual».

La recién descubierta población de bacterias, denominada Streptomyces sp. myrophorea, ha sido identificada por un equipo de la Swansea University Medical School, compuesto por investigadores de Gales, Brasil, Irak e Irlanda del Norte. Según explican los responsables del hallazgo, este posible antídoto ha sido hallado en una zona conocida como las Tierras Altas de Boho, un área de pastizales alcalinos.

Remedios tradicionales

Uno de los miembros del equipo de investigación, Gerry Quinn, antiguo residente de Boho, en el condado de Fermanagh, había estado al tanto de las tradiciones curativas del área durante muchos años. Tradicionalmente, una pequeña cantidad de tierra se envolvía en un paño de algodón y se usaba para curar muchas dolencias, como dolor de muelas, infecciones de garganta y cuello. Curiosamente, esta área fue ocupada anteriormente por los druidas, hace unos 1500 años, y los neolíticos hace 4.000 años.

Los principales hallazgos de la investigación fueron que la recién identificada cepa de Streptomyces inhibió el crecimiento de cuatro de los seis principales patógenos multirresistentes identificados por la OMS como responsables de las infecciones asociadas a la atención médica: Enterococcus faecium, resistente a la vancomicina (VRE), Staphylococcus aureus, resistente a la vancomicina (MRSA), neumonía por Klebsiella y resistente al carbenepenem Acinetobacter baumanii. También inhibe bacterias gram positivas y gram negativas, generalmente más resistentes a los antibióticos.

«Este descubrimiento es un importante paso adelante en la lucha contra la resistencia a los antibióticos», explica el profesor Paul Dyson de la Escuela de Medicina de la Universidad de Swansea. «Nuestros resultados muestran que vale la pena investigar el folclore y las medicinas tradicionales en la búsqueda de nuevos antibióticos. Los científicos, los historiadores y los arqueólogos pueden tener algo que contribuir a esta tarea. Parece que parte de la respuesta a este problema tan moderno podría estar en la sabiduría del pasado», concluye el investigador.

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