El cultivo de alfalfa se mantiene gracias a las fuertes exportaciones a los países árabes.

Más de la mitad de la producción nacional se destina a Emiratos Árabes Unidos o Arabia Saudí.

El cultivo de alfalfa se mantiene pese al declive de la ganadería, gracias a que la mayoría de la producción se exporta, principalmente a países árabes, donde existe mucha demanda para el equino. El presidente de la cooperativa UCOGAL, Matías Llorente, que cuenta con una deshidratadora de forrajes en León, ha explicado a EFE que gran parte de la producción española va a países como Emiratos Árabes Unidos o Arabia Saudí, aunque es creciente el interés de China. Según datos del Ministerio de Agricultura, más de la mitad de las exportaciones va a los Emiratos Árabes Unidos, hasta tal punto que las ventas a este país asiático marcan la referencia en el precio. El resto de las exportaciones se dirigen a otros países árabes, como Arabia Saudí, Marruecos o Libia, y a algunos europeos.

    Además, China cada vez se interesa más por la alfalfa española, debido al incremento del precio en Estados Unidos, el principal competidor de España en el mercado internacional de este producto, motivado por sequías que han afectado a las zonas productoras en el país norteamericano.

    Matías Llorente ha subrayado que el cultivo se mantiene, pese al descenso de la cabaña ganadera en España, gracias a que se exporta, a la vez que ha recordado que «es imprescindible» en ganado como el vacuno de leche, porque «es el único que aporta proteína natural».

    Aunque al agricultor le puedan pagar entre 14 y 16 céntimos de euro el kilo de alfalfa, más el 7 por ciento de IVA, al ganadero le puede costar más de 22, un precio no demasiado asequible y más tendiendo en cuenta la crisis que arrastra desde hace varias campañas la ganadería precisamente por el aumento de costes.

    El precio del forraje ya empacado, en pacas de entre 700 y 750 kilos, puede situarse en unos 225 euros por tonelada, según datos facilitados a EFE por fuentes de la Asociación Española de Fabricantes de Alfalfa Deshidratada.

    El precio, han añadido, depende en gran medida del mercado internacional, en el que España compite principalmente con Estados Unidos

 

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