Desde hace años se mantiene un leve goteo de casos. En España se detectó otro hace un año, en una granja de Salamanca.

El mal de las «vacas locas» sigue con su particular goteo de casos aislados en Europa, dinámica a la que ha quedado contenida esta enfermedad después de la «guerra» que se desplegó en los países de la UE hace más de 15 años. El último caso que acaba de confirmarse se localiza en una granja de Escocia. Un animal ha sido diagnosticado con esta patología, Encefalopatía Espongiforme Bovina (EBB)en su nombre científico. Es una enfermedad ganadera que supone un riesgo potencial de transmisión a humanos, ya que puede dar lugar a una afección neurológica mortal en personas. En humanos puede manifestarse comouna variedad del síndrome de Creutzfeldt-Jakob.

La granja en cuestión se localiza en Aberdeenshire, una región del noreste de Escocia. Las autoridades han activado el protocolo de seguridad sanitaria que se prevé cuando se detectan casos de EBB en explotaciones ganaderas, que incluye la prohibición de trasladar a ninguno de sus animales y la puesta en marcha de una investigación clínica para dar con el origen de la infección.

Además, la Administración escocesa también ha hecho un llamamiento al resto de ganaderos para que notifiquen de inmediato cualquier sospecha de casos en sus explotaciones, a fin de evitar contagios y de proceder a una contención precoz de esta enfermedad ganadera.

El experto español Juan José Badiola, que fue director del Centro Nacional de Referencia de EBB que se activó para luchar contra esta enfermedad, enmarca el caso detectado en Escocia en ese goteo de «casos esporádicos» que se sigue produciendo desde hace años. Aunque asegura que «nunca hay que bajar la guardia», destaca que el plan coordinado que se puso en marcha en Europa a principios de este siglo consiguió atajar la expansión de la enfermedad de las «vacas locas».

Badiola, doctor en Veterinaria y catedrático de la Universidad de Zaragoza, sigue trabajando en este campo de investigación. Lo hace en las unidades especializadas existentes en la Universidad pública aragonesa, que a estos efectos tienen la catalogación de Laboratorio Internacional de Referencia para ese grupo de patologías veterinarias, dentro de la red de la Organización Mundial de la Sanidad Animal.

Este experto afirma que, tras la oleada de casos que alertó a Europa a principios de la década pasada –España fue uno de los más afectados-, el plan de choque que se puso en marcha logró controlar la EBB.

En España se detectó un caso de EBB en una granja de Salamanca hace algo menos de un año, en noviembre de 2017.

Según Badiola, los casos esporádicos que aparecen desde hace años suelen encuadrarse en las variantes denominadas «atípicas», casos muy específicos, de variantes de la EBB que no entran dentro de lo que fue la variante que provocó la oleada de casos a principios de este siglo.

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