El sector avívola impulsará la demanda de huevos y la mejorara de la cadena de valor.

 

Cree que deben crear un «lobby más potente» que los que defieden a los animales.

 

Los productores de huevo y el Gobierno coinciden en que los próximos retos de este sector son la promoción, para que la sociedad incremente su demanda de huevos y ovoproductos, y alcanzar el equilibro en la cadena de valor alimentaria con márgenes de precios más ajustados en todos sus eslabones. La Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos (Inprovo) ha celebrado una sesión informativa con motivo de su 15 aniversario, en la que ha participado el director general de Producciones y Mercados Agrarios, Carlos Cabanas; el presidente de Inprovo, Medín de Vega, y la directora de esta Interprofesional, María del Mar Fernández. De Vega ha informado de que el sector avícola de puesta debe centrarse en la promoción porque «sólo tendremos sentido si la sociedad nos acepta y nuestro producto es demandado», ha remarcado.

   A juicio del presidente de la interprofesional del huevo, no se trata de una tarea fácil por la acción de «lobbys» en defensa de los animales que «en ningún caso van a dejar de trabajar con el objetivo de que las producciones ganaderas sean totalmente prescindibles».

    Ante ello, ha dicho que los productores tienen que «ganar tiempo» para formar «un lobby más potente» que defienda al sector.

    Otro de los retos y líneas futuras de trabajo que ha planteado en su discurso es conseguir el reequilibrio de la cadena de valor, para lo cual necesitan «instrumentos que rompan esos terribles desequilibrios» y, en esa línea, ha valorado la Ley de Mejora de la Cadena Alimentaria, aprobada en julio.

El gran reto pendiente dentro de la OCM

El tercer eje de sus actuaciones en los próximos años depende de la futura Organización Común de Mercado (OCM) que se está debatiendo y que tiene la intención de trasladar a los países la capacidad de que las organizaciones de productores puedan regularse.

   Si finalmente la normativa lo reconoce, De Vega dice que se trataría de «un gran reto» y una oportunidad para que «fuéramos, en gran medida, dueño de nuestros destinos, siempre que pudiésemos tener más intervención» en el mercado.

    Por su parte, Cabanas ha felicitado a Inprovo por sus 15 años de existencia y ha valorado la gestión de las crisis a las que han hecho frente en este período, así como la capacidad del sector para adaptarse a la directiva de bienestar animal.

    Según el director general de Producciones y Mercados Agrarios del Magrama, «hay futuro» para el huevo y éste pasa por participar y ser competitivos en un mercado globalizado; acabar con los problemas derivados de los costes que arrastran los productores y dirigirse al consumidor.

Se espera una contención del gasto en los costes

    En cuanto a costes, ha expuesto que «a medio plazo, se puede esperar una contención» de los mismos pero ha admitido que la volatilidad en el precio de las materias primas «es un problema». Sobre el mercado internacional, Cabanas ha hablado de «un problema de diferencial de costes que influye en el acceso» a estos mercados extranjeros.

    No obstante, ha visto la necesidad de transformar esta debilidad en fortaleza a través del uso de herramientas como «vender la marca Europa» en el mundo. Además, ha añadido que los acuerdos bilaterales a la carta son el futuro de las negociaciones comerciales.

     La información a los consumidores hay que «mejorarla», según ha planteado, y ha señalado que los hogares españoles «están dispuestos a pagar más» si se atiende a sus exigencias.

    Las herramientas de apoyo son la promoción, la Política Agraria Común (PAC), que deja en «entredicho» el futuro de las restituciones a la exportación, y el control de la cadena de valor para que «cada eslabón pague el precio justo».

Finalmente, la directora de Inprovo ha repasado los 15 años de historia de la organización, que han servido para organizar a toda la cadena, dar a conocer un sector que hasta entonces era «muy opaco» y hacer frente -añade- a diferentes crisis alentadas por medios de comunicación extranjeros y competidores.

Además, han superado el reto de adaptar las instalaciones y producción a la directiva de bienestar de ponedoras y gestionar la enfermedad de la salmonella con la aplicación «responsable» de los programas nacionales, que han dado unos resultados «estupendos».

 

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