Los carniceros apuestan por dar más valor añadido para frenar la caída ventas.

 

 

La cuota de venta de carnicerías-charcuterías bajo un 33,76% el pasado año.

Los carniceros y charcuteros apuestan por incrementar el valor añadido de sus productos, con innovación, creatividad y ofreciendo más platos semielaborados o elaborados, para frenar la caída de ventas en los últimos años. Así lo ha asegurado el director gerente de la Federación Madrileña de Detallistas de la Carne (Fedecarne), José Moya, en una entrevista concedida a Efeagro en la que repasa la situación del sector, tras publicar la memoria 2012 en la que se recoge que la cuota de venta de carnicerías-charcuterías españolas ha bajado desde el 39,42% de 2005 hasta el 33,76% del año pasado. El período de mayor caída se registró entre 2008 y 2010 cuando la cuota de mercado descendió en total un 6,68%, los dos mismos años en los que los supermercados precisamente subieron sus ventas en carne más de siete puntos.

   En la memoria también se pone de relieve que el gasto de carne en España en 2012 fue de 15.329,7 millones de euros, lo que supone una bajada del 1,2% respecto al año anterior, aunque se consumió un 0,8% más de carne respecto a 2011.

    El director gerente de Fedecarne ha señalado que esto se debe a que «ha habido un desplazamiento» en el tipo de carne consumida «como consecuencia de la situación económica y anímica»

    Es decir, la curva de consumo según tipo de carne, muestra cómo los españoles apuestan cada vez por carnes más baratas, como la de pollo, frente al consumo de otras más caras.

    Moya ha resaltado la importancia de buscar el valor añadido con productos «cada vez más elaborados porque es lo que nos diferencia de nuestra competencia», en alusión a supermercados e hipermercados.

Un trato personalizado ante la frialdad de los supermercados

    Ha dicho que si las carnicerías ofrecen carne fresca al igual que el resto de establecimientos y grandes superficies, no están ofreciendo un valor añadido «más allá de la presencia, consejo y trato personalizado» del charcutero-carnicero.

    En ese sentido, ha apostado por otras innovaciones, como ofrecer a los clientes degustaciones en tienda, para que conozcan esos productos que los puede diferenciar de la competencia.

    «La carnicería-charcutería tiene una particularidad que no es muy conocida: la innovación y la creatividad, porque una salchicha, por ejemplo, la puedes hacer de muchos tipos», ha ejemplificado.

    La «apuesta decidida» de Fedecarne es incorporar a gente joven que aprenda el oficio ya que el relevo generacional es uno de los escollos con los que se encuentra el sector, a pesar de la situación de desempleo en el país.

    Para ello, ha demandado a las administraciones centros de enseñanza públicos en los que se imparta una formación reglada y continua -como FP- donde además colabore el empresario para que el alumnado reciba los conocimientos ajustados a las aptitudes que le pedirán en su puesto de trabajo.

    Moya apuesta por el «sistema dual» formación-prácticas en empresa, similar al alemán y holandés, mediante un contrato de aprendizaje que le facilite su inserción en el mercado laboral.

    Asimismo, ha pedido el reciclaje y actualización en la formación de los trabajadores del sector que llevan años ejerciendo de charcuteros o carniceros.

    Durante la entrevista, el director gerente de Fedecarne ha criticado la liberalización de los horarios comerciales en la Comunidad de Madrid, un «vendaval» que «nos pone contra las cuerdas».

    Según ha apuntado, esta liberalización «está permitiendo a otros formatos comerciales, que no tienen tanta necesidad de servicio personalizado, dar una mayor oferta que, a nosotros, de darla, nos supone tanto coste de todo tipo que no es posible, porque la microdimensión de la empresa lo hace inviable».

Apostar por la salud con menos sal y menos grasa

    Moya ha detallado que el cuidado de la salud también es un aspecto que trabajan los carniceros de España y por eso la Confederación Española de Detallistas de la Carne (Cedecarne), en la que se integra Fedecarne, ha firmado un acuerdo con la Aesan y Afca para elaborar productos con un 10% menos de sal y un 5% menos de grasa.

    Para ello, en Cedecarne han elaborado un manual de buenas prácticas de elaboración de derivados cárnicos bajos en sal y grasa, según ha informado.

    El sector de la carnicería-charcutería mueve en España un volumen de negocio que ronda los 5.000 millones de euros anuales, gracias a 27.000 empresas con algo más de 31.700 establecimientos.

    No obstante, el personal ocupado ha bajado de 70.000 personas en 2005 a 62.150, un descenso del 11 % debido a varios factores como la crisis y el cierre de negocios por jubilación que no tienen continuidad ante la falta de mano de obra.

 

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