La EFSA inicia la campaña «Stop a la peste porcina africana» en Europa.

La autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (European Food Safety Authority, EFSA), acaba de lanzar una campaña para sensibilizar sobre la peste porcina africana (PPA) y ayudar a detener su propagación en el sudeste de Europa.

La campaña está dirigida, sobre todo, a una serie de países que en 2019 conformaban en su conjunto una «región preocupante» para la EFSA, debido a su proximidad a países que presentaban casos de peste porcina africana:

  • Albania.
  • Bosnia-Herzegovina.
  • Croacia.
  • Grecia.
  • Kosovo.
  • Montenegro.
  • Macedonia del Norte.
  • Serbia.
  • Eslovenia.

La EFSA quiere que su campaña complemente los esfuerzos que están llevando a cabo la Comisión Europea y otras organizaciones internacionales para erradicar la enfermedad en Europa.

Inocuo para las personas, letal para los cerdos: Desde la EFSA recuerdan que la peste porcina africana es una enfermedad vírica que afecta a cerdos domésticos y jabalíes, y que el virus es inocuo para los seres humanos, pero ha causado importantes perjuicios económicos en numerosos países.

A pesar de los esfuerzos de los investigadores, actualmente no existe una vacuna para la PPA, por lo que si se produce un brote, puede ser necesario sacrificar un gran número de cerdos de las granjas situadas en las zonas afectadas.

La campaña tiene por objeto aumentar la sensibilización y el conocimiento de la PPA en los nueve países. Está dirigida a colectivos y a personas que están en contacto con cerdos domésticos y jabalíes, como ganaderos y cazadores. La EFSA también trabajará con organizaciones veterinarias, asociaciones cinegéticas, agrupaciones de agricultores, funcionarios de aduanas, policía de fronteras, administraciones locales, operadores turísticos y viajeros.

Detectar, prevenir, informar: Dado que los efectos de un brote de PPA pueden ser devastadores, la detección, la prevención y la información resultan esenciales a fin de contener la enfermedad, y son las palabras clave en torno a las que gira la campaña de la EFSA.

Desde la página web de la campaña (www.efsa.europa.eu/stopasf), la EFSA compartirá fichas informativas, infografías, publicaciones elaboradas para las redes sociales y otro material.

Fuente: Portal Veterinaria.

Bioseguridad: Control de moscas.

El control de moscas es algo en lo que debemos de invertir nuestros esfuerzos de forma rutinaria. El ciclo vital de estos insectos es tan rápido que cada día aparecen nuevos individuos. Las moscas adultas que vemos (y que nos molestan a nosotros un rato, pero a los animales TODO el día) son sólo el 15% de las presentes en la granja; por eso, es igual de importante actuar sobre el resto de individuos, en fase de huevo, larva y pupa, desde antes de que veamos moscas.

Las moscas adultas viven durante 2-3 semanas en las que ponen 1.200 huevos en lugares húmedos y oscuros. En el estiércol encuentran las condiciones ideales. En menos de 20 horas, los huevos eclosionan y durante 1 semana las larvas se alimentan de materia orgánica. Cuando se transforman en pupas, salen a la superficie del estiércol, y en esta fase pueden resistir al invierno. Si las condiciones son adecuadas, en 24 horas desarrollaran patas y alas, y se convertirán en nuevos adultos con capacidad reproductora.

Razones por las que es necesario controlar las moscas:

  • Las moscas molestan y causan estrés a nuestros animales, y un animal estresado produce peor.
  • Los excrementos de las moscas pueden causar obstrucciones y dañar instalaciones.
  • Por bioseguridad, ya que las moscas actúan como vectores de enfermedades, pudiendo transportar millones de bacterias.

¿Cómo podemos controlar las moscas?

  • Combinando productos larvicidas y adulticidas. Los larvicidas deben repartirse adecuadamente y han de reponerse periódicamente. Los adulticidas se aplican mediante cebos. Hemos de seguir las instrucciones del fabricante y manejarlos con el cuidado que merecen como sustancias químicas, ya que pueden ser peligrosos para el operario y/o los animales.
  • Es interesante rotar los productos químicos periódicamente, para garantizar su efecto.
  • Control mediante el uso de insectocaptores para supervisar la cantidad de moscas presente.
  • Limpieza de los restos de materia orgánica que sirve de alimento para ellas, limpiando periódicamente los restos de comida, agua, heces, y cama en mal estado. Con esto evitaremos atraerlas, reduciremos su número, y el efecto de los productos insecticidas será más eficiente.

Fuente: revista Ruminews.

Los aditivos alimentarios reducen el riesgo de transmisión de la PPA.

Una nueva investigación en la Universidad Estatal de Kansas (K-State) ha demostrado que el riesgo de propagación de un virus animal mortal a través de la alimentación puede reducirse efectivamente mediante el uso de diferentes aditivos para alimentos.

La peste porcina africana (PPA) es una enfermedad animal transfronteriza de rápida propagación y emergente que amenaza la producción de carne de cerdo y la seguridad alimentaria en todo el mundo. Aunque el virus de la PPA no afecta a los seres humanos, sí que ha producido importantes estragos en las cabañas porcinas de los países afectados.

El equipo de investigación de K-State, encabezado por Megan Niederwerder, profesora asistente de medicina de diagnóstico y patobiología en la Facultad de Medicina Veterinaria, acaba de publicar un nuevo estudio, ‘Mitigar el riesgo del virus de la peste porcina africana en los alimentos con aditivos químicos antivirales’, en la revista científica Transboundary and Emerging Diseases. Este estudio proporciona la primera evidencia de que los aditivos para piensos pueden ser herramientas eficaces contra la peste porcina africana.

“En los últimos dos años, se estima que la PPA ha sido responsable de la muerte de al menos el 25% de la población mundial de cerdos debido a la aparición del virus en China y su posterior propagación a más de 10 países asiáticos”, asegura Niederwerder.

Ya en 2019 la científica publicó el primer informe sobre la transmisión del virus de la peste porcina africana través del consumo natural de alimentos de origen vegetal. “Nuestro trabajo posterior se ha centrado en la mitigación del virus en los alimentos mediante el uso de aditivos químicos y el tratamiento térmico”, indica la investigadora.

Aunque los aditivos alimentarios se han utilizado históricamente para reducir el riesgo de contaminación bacteriana en los alimentos, la investigación hasta el momento no ha informado de la eficacia para la inactivación del virus de la peste porcina africana en los ingredientes de los alimentos.

Niederwerder dijo que actualmente no hay vacunas disponibles comercialmente ni tratamientos efectivos que puedan administrarse a los cerdos para mejorar la enfermedad causada por el virus. No obstante, el proyecto VACDIVA, liderado por el catedrático de Sanidad Animal español José Manuel Sánchez-Vizcaíno está trabajando en el desarrollo de una vacuna que podría estar lista antes de 4 años.

Hasta entonces, el control de la peste porcina africana se centra en las medidas de bioseguridad para evitar la introducción del virus en países libres s o en granjas y regiones libres dentro de un país con la enfermedad. El otro método de contención implicaría el sacrificio a gran escala de animales infectados o de alto riesgo para contener la propagación del virus.

LOS ADITIVOS DEMUESTRAN UNA REDUCCIÓN DE INFECTIVIDAD DEL VIRUS DE LA PPA

“Nuestra nueva investigación aporta datos novedosos que evalúan la eficacia de los aditivos alimenticios para inactivar el virus de la PPA en un modelo de cultivo celular in vitro y un modelo de transporte transoceánico de ingredientes alimenticios», asegura Niederwerder, quien explica que «esto proporcionará información valiosa a la industria porcina con respecto a la mitigación del riesgo de posibles rutas para la introducción y transmisión de PPA a través de alimentos e ingredientes».

Niederwerder y su equipo examinaron dos clases diferentes de aditivos líquidos para alimentos, incluido un aditivo a base de ácidos grasos de cadena media y un aditivo a base de formaldehído, para determinar la eficacia contra el virus de la peste porcina africana en cultivos celulares y en ingredientes alimenticios. En general, ambos aditivos químicos demostraron evidencia de reducción de la infectividad del virus, con datos que respaldan la eficacia dependiendo de la dosis.

Si bien los resultados del estudio son prometedores, Niederwerder enfatiza en la necesidad de un enfoque multifacético para reducir el riesgo del virus de la peste porcina africana en los piensos, incluyendo el abastecimiento de ingredientes de países sin el virus cuando sea posible, aplicando tiempos de retención a los ingredientes de alto riesgo, e implementando protocolos de bioseguridad consistentes en la fabricación de piensos.

Fuente: Animal’s Health.

Estrés y digestibilidad en producción animal.

En general, los problemas de bienestar durante todo el proceso productivo en cualquier especie de abasto tienen efectos negativos sobre el crecimiento y el índice de transformación. En efecto, muchos problemas de bienestar causan una respuesta de estrés, que reduce tanto el consumo de alimento como la eficiencia de la transformación del alimento en energía.

La respuesta de estrés es la estrategia fisiológica que desencadena el organismo para hacer frente a los retos ambientales, sin sufrir demasiadas alteraciones. El estrés está presente en varias fases de la vida del animal, tales como el destete, la mezcla de animales o el transporte. Los cambios que sufre el organismo durante la respuesta de estrés tiene múltiples consecuencias. Y una de ellas es la nutrición.

Estudios recientes han demostrado la importante relación entre el sistema nervioso central y el aparato digestivo en situaciones de estrés. Funciona de la siguiente manera:

En primer lugar, el estrés provoca una disminución de la ingestión voluntaria, a través de la inhibición del apetito. Entre los efectos del estrés sobre el aparato digestivo también está la alteración de la permeabilidad de nutrientes en las células intestinales, lo que desencadena una disminución de su digestibilidad. En estas circunstancias, los nutrientes presentes en la luz del intestino dejan de ser accesibles para el organismo y se excretan en el contenido fecal, representando no solo una pérdida económica sino también un impacto para el medio ambiente

En segundo lugar, los efectos del estrés en el aparato digestivo pasan también por la alteración de la microbiota entérica, provocando un desequilibrio del microbioma intestinal. Esto deriva en la aparición de patógenos intestinales que pueden ocasionar la aparición de diarreas.

En conclusión, las fuentes de estrés deben ser reducidas al mínimo o, en su defecto, sus efectos deben ser mitigados, a fin de reducir el impacto del estrés sobre la nutrición, el crecimiento y el bienestar de los animales.

Fuente: Nutrinews.

ESTRÉS Y DIGESTIBILIDAD EN PRODUCCIÓN ANIMAL.

En general, los problemas de bienestar durante todo el proceso productivo en cualquier especie de abasto tienen efectos negativos sobre el crecimiento y el índice de transformación. En efecto, muchos problemas de bienestar causan una respuesta de estrés, que reduce tanto el consumo de alimento como la eficiencia de la transformación del alimento en energía.

La respuesta de estrés es la estrategia fisiológica que desencadena el organismo para hacer frente a los retos ambientales, sin sufrir demasiadas alteraciones. El estrés está presente en varias fases de la vida del animal, tales como el destete, la mezcla de animales o el transporte. Los cambios que sufre el organismo durante la respuesta de estrés tiene múltiples consecuencias. Y una de ellas es la nutrición.

Estudios recientes han demostrado la importante relación entre el sistema nervioso central y el aparato digestivo en situaciones de estrés. Funciona de la siguiente manera:

En primer lugar, el estrés provoca una disminución de la ingestión voluntaria, a través de la inhibición del apetito. Entre los efectos del estrés sobre el aparato digestivo también está la alteración de la permeabilidad de nutrientes en las células intestinales, lo que desencadena una disminución de su digestibilidad. En estas circunstancias, los nutrientes presentes en la luz del intestino dejan de ser accesibles para el organismo y se excretan en el contenido fecal, representando no solo una pérdida económica sino también un impacto para el medio ambiente

En segundo lugar, los efectos del estrés en el aparato digestivo pasan también por la alteración de la microbiota entérica, provocando un desequilibrio del microbioma intestinal. Esto deriva en la aparición de patógenos intestinales que pueden ocasionar la aparición de diarreas.

En conclusión, las fuentes de estrés deben ser reducidas al mínimo o, en su defecto, sus efectos deben ser mitigados, a fin de reducir el impacto del estrés sobre la nutrición, el crecimiento y el bienestar de los animales.

Fuente: revista Nutrinews.

Ganadería a distancia en tiempos de coronavirus.

El estado de alarma decretado a mediados de marzo y la crisis del coronavirus han cambiado radicalmente el modo de vida de los ciudadanos. La mayoría permanecen connados en sus casas desde hace semanas, a excepción de quienes desempeñan trabajos considerados esenciales. La ganadería es uno de los que no ha echado el cierre, ya que su labor resulta fundamental para asegurar el abastecimiento de alimentos.

Empresas y trabajadores que producen o comercializan alimentos, es decir, agricultores, ganaderos, pescadores y otros empleados del sector primario han extremado las medidas de higiene y distanciamiento social, también en el campo, donde el uso de mascarillas y guantes ya era algo habitual en muchos casos. 

Nuevas soluciones frente a la pandemia:

El miedo al contagio es real y la única manera de evitarlo es quedándose en casa, pero ¿cómo pueden minimizar los traslados quienes se dedican a una actividad tan esencial como la producción animal? Las innovaciones tecnológicas y la llamada ganadería de precisión se han convertido en una de las soluciones para aydar a controlar las expltaciones a distancia. Desde el móvil o el ordenador se puede conocer lo que pasa en las ganaderías a tiempo real sin necesidad de desplazarse, reduciendo así su exposición al virus.

De esta manera no solo se consigue producir de una manera más eciente y sostenible, sino que además en tiempos de pandemia como el actual, se minimiza la exposición al SARSCoV 2020.

Fuente: portal veterinaria